El sudor es una respuesta normal del cuerpo como un reflejo de respuesta inmediata a una determinada situación que puede ser desfavorable. Se presenta como un instinto debido a que se trata de una respuesta básica de protección de la parte más primitiva de nuestro sistema nervioso que NO es analizada o pensada por nuestra mente o parte consciente del cerebro, simplemente se presenta en diferentes intensidades a tres condiciones o situaciones.
La primera es el Calor: Se activa el sudor para proteger la piel y humectarla.
La segunda es el Ejercicio: se presenta como una manifestación de una intensa quema de energía interna por actividad física y hace liberar el sudor al tiempo que hidrata la piel.
La tercera y más difícil de entender es la Emoción, o situaciones abstractas mentales que conocemos como estrés.
La magnitud o intensidad de sudor está mediada por el grado de intensidad del estímulo que activa el sudor (calor, ejercicio o emoción). En condiciones normales el sudor debe de estar
ausente, seco, nulo y solo será aceptable que se active cuando existe el estímulo necesario, por lo tanto, si la persona no está expuesta a calor, ejercicio o emoción el sudor debe de estar ausente y seco. Solo se debe sudar cuando existen los estímulos mencionados y con una respuesta proporcional al estímulo, es decir, a mayor calor, ejercicio o emoción, mayor será la intensidad de sudor y viceversa.
Una vez que desaparezca el estímulo que provocó el sudor, éste debe de desaparecer de igual proporción hasta volver a la condición normal de sequedad.
Se entiende como sudor anormal o hiperhidrosis (hiper=mucho, hidrosis= agua) en tres principales presentaciones:
Toda situación donde se active el sudor en ausencia de los estímulos adecuados (forma espontánea).
Cuando la intensidad del sudor es desproporcionalmente más intensa al grado de estímulo que lo provocó.
Cuando hay persistencia de sudor a pesar de que ya no existe el estímulo que lo provocó o la crisis de sudor toma tiempo muy prolongado en desaparecer.
HIPERHIDROSIS...
En cualquiera de las presentaciones, la persona afectada manifestará varias intensidades de sudor.
Grado I: La persona se encuentra seca, se enfrenta a los estímulos y la crisis es proporcional al tamaño del estímulo y desaparecer en cuanto el estímulo termina.
Grado II: El sudor es muy sensible disparándose al mínimo estímulo y cuando desaparece la causa, el sudor tarda en desaparecer, pero al final queda seco. Estos dos casos I y II, No representan conflicto en la calidad de vida y corresponden al 75% de un grupo de personas observadas, familia, estado, ciudad, país….etc. consideradas como “normales”
ya que no impide o limita sus actividades diarias.
Grado III: Sudor que se activa al menor estímulo, sumamente sensible y desencadena una crisis muy grave intensa (desproporcional) y toma mucho tiempo en desaparecer hasta varias horas causando estar húmedo la mayor parte del día.
Grado IV: La forma más grave conocida como INCAPACITANTE es donde el sudor está activo
desde que se despierta el paciente hasta que se duerme. Siempre está húmedo y cada vez que se enfrenta a los estímulos se presenta una crisis muy grave que llega a salpicar y toma mucho tiempo en desaparecer prácticamente húmedo todo el día. Estos dos grados III y IV tienen una grave y significativa afección a la calidad de vida y corresponde a un 25% de una población estudiada donde afortunadamente solo el 5% es grado IV.
En términos generales, el 75% del sudor, grados I y II; No requieren de ayuda especializada, se pueden mejorar haciendo yoga, usando cremas o lociones, clases de meditación, uso de hierbas múltiples…etc. Cualquier tratamiento puede ayudar al control del sudor, pero un 25% de sudor grave y de ese el 5% del sudor INCAPACITANTE, requieren de valoración especializada pues además del sudor presentará varios signos y síntomas que acompañan su pésima calidad de vida como síntomas de disautonomía nerviosa simpática: Migrañas o cefaleas, pésima circulación periférica, extremidades exageradamente frías y moradas, retardo en el llenado capilar de los dedos, varices muy marcadas en piernas, taquicardia espontánea, temblor fino de dedos de manos, colitis, gastritis y datos de hipertensión arterial o a veces de hipotensión arterial, intolerancia al calor y algunos signos más que muestran la complejidad de la enfermedad donde el sudor o hiperhidrosis es solo la parte evidente de una enfermedad conocida como disautonomía nerviosa simpática.
Como es evidente, las personas que padecen de un sudor ligero anormal como grado I y II pues si tienen molestias o limitaciones leves podrán llevar a cabo una vida prácticamente normal.
Las personas con hiperhidrosis grado III y IV requieren de una valoración especializada para determinar su afección de calidad de vida y determinar si es necesario recurrir a un tratamiento serio, profesional, definitivo y en nuestra experiencia con más de 21 años de realizar la simpatectomía torácica con microcirugía para cambiar la vida de las personas al erradicar el sudor en menos de 15 minutos.
Es evidente que los grados graves (III y IV) requieren de mayor análisis que simplemente aplicarse botox (solo dura promedio 6 meses), termo-ablación axilar (miradray) que tiene resultados solamente locales a nivel de la axila y de futuro aún no garantizado, iontoforesis (toques) que solo duran horas, siendo todas éstas opciones temporales, no son definitivas y no se involucran con los síntomas de disautonomía nerviosa simpática.
Propongo analizar cada caso en particular enfocado a clasificar y establecer el tipo de sudor, definir la afección de calidad de vida de los pacientes y concluir en el mejor tratamiento que garantice la erradicación del sudor para cambiar su pésima calidad de vida brindando una oportunidad única de cambiar la vida en tan solo 15 minutos.